- Lo que embellece al desierto - dijo el principito - es que esconde un pozo en cualquier parte...
El amor es lo único que crece cuando se reparte.
El amor verdadero empieza cuando no se espera nada a cambio.
Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres (...) Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón.
Es bueno haber tenido un amigo, aun si vamos a morir.
¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!
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