lunes, 28 de marzo de 2011

MARY W. SHELLEY




Imagen extraída de:
http://www.ashfield-dc.gov.uk/ccm/navigation/community-and-living/faiths--beliefs-and-religions/st--mary-magdalene/george-gordon-byron/

FRANKENSTEIN

FRAGMENTO DEL CAPÍTULO X  

-          ¡Ser demoníaco! ¿Cómo osas acercarte a mí? ¿Acaso no temes que caiga sobre tu cabeza la terrible venganza de mi brazo? ¡Aléjate, insecto vil! ¡O mejor quédate, para que pueda reducirte a polvo! ¡Oh! ¡Si pudiera poner fin a tu inmunda existencia y devolver así la vida a quienes tan miserablemente has asesinado!
-          Esperaba una acogida semejante por tu parte – dijo el monstruo - . Todos los hombres odian a un ser desgraciado. ¡Cuánto debes odiarme a mí, miserable entre los miserables seres vivos! Tú, mi creador, rechazas tu propia obra, me rechazas a pesar de estar ligado a mí por vínculos que sólo se romperán con la muerte de uno de nosotros. Acabas de decir que tienes intenciones de matarme... ¿Cómo puedes disponer de una vida así como así? Cumple antes el deber que tienes para conmigo y yo cumpliré con el mío, hacia ti y hacia el resto de la humanidad. Si llegamos a un acuerdo, te dejaré en paz a ti y a los tuyos; pero si te niegas, haré trabajar a la guadaña de la muerte hasta que esta se haya embriagado con la sangre de quienes te quieren.
-          ¡Monstruo aborrecible! ¡Serpiente criminal! Las torturas del infierno son demasiado suaves para vengar tus crímenes. ¡Demonio despreciable! Maldigo el día en que te creé. ¡Ven para que pueda extinguir la llama de vida que en un momento de delirio hice descender sobre ti!
(...) Me eludió con gran facilidad y me dijo:
-          ¡Cálmate! Te ruego que me escuches antes de dar rienda suelta a tu odio. ¿Acaso no he padecido yo lo indecible para que tú vengas  a aumentar estos sufrimientos? Amo la vida, pese a que no es más que un cúmulo de angustias, y la defenderé. Recuerda que tú has sido quien me ha hecho más poderoso que un hombre cualquiera; mi talla es superior y mis músculos más flexibles, pero no por eso voy a luchar contra ti. Soy tu criatura y te debo sumisión y afecto, dos cosas que daré a mi señor si él no es remiso a cumplir con sus deberes para conmigo. ¡Oh, Frankenstein! No seas ecuánime con todos menos conmigo; me debes justicia, clemencia y afecto. Eres quien me ha creado y yo debería ser como tu Adán; pero por desgracia soy el ángel caído, y me privas sin motivo alguno de la alegría que tienen los otros seres  creados. Veo, allá donde voy, una felicidad de la que me siento excluido. Cuando me creaste era dulce y bueno, pero los sufrimientos han hecho de mí lo que soy: un enemigo.  Dame , pues, la felicidad, y seré virtuoso de nuevo.

FRAGMENTO DEL CAPÍTULO XVII

  Quiero una criatura de sexo femenino tan horrible como yo. Creo que es lo menos que puedo pedir, y con ser tan poca cosa, bastará para satisfacerme. Es verdad que seremos dos monstruos, dos seres distintos de cualquier persona  humana;  pero eso es precisamente lo que nos unirá. Nuestras vidas podrán no ser felices, pero sí serán inofensivas y estarán, sobre todo, libres de la miseria y del padecimiento que hoy me aquejan. Y tú, mi creador, puedes hacer realidad este deseo. Permíteme que esta sea la única cosa por la que pueda ofrecerte mi agradecimiento. ¡Has que por lo menos un ser vivo sienta simpatía y amor por mí! Es el único favor que te pido.

2 comentarios:

  1. Excelente obra. Conmovedora pese a su horror y su fantasía, o quizá debido a ello.

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  2. ¡Muchas gracias, Ariel! Concuerdo contigo. Se cataloga a Frankenstein como una obra de terror, pero también tiene pasajes que conmueven mucho,porque además encierra drama y una crítica social

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