viernes, 18 de marzo de 2011

WILLIAM SHAKESPEARE


FRAGMENTO DE LA ESCENA XI DEL ACTO III

Ofelia. Se conoce que estáis alegre.
Hamlet. ¿Quién, yo?
Ofelia. Sí, señor.
Hamlet. Lo hago sólo por divertiros. Y bien mirado, ¿qué debe hacer un hombre, sino vivir alegre? Ved mi madre qué contenta está, y mi padre murió ayer.
Ofelia. No, señor, que ya hace dos meses.
Hamlet. ¿Tanto hace? Pues entonces quiero vestirme de armiño y llévese el diablo el luto. ¡Dios mío! ¿Dos meses ha que murió y todavía se acuerdan de él? De esa manera puede esperarse que la memoria de un gran hombre le sobreviva quizá medio año. Y aún es menester que haya sido fundador de iglesias, pues sino, ¡por la Virgen!, no habrá nadie que de él se acuerde, como del caballo de palo, de quien dice aquel epitafio:

Ya murió el caballito de palo,
Y ya le olvidaron así que murió.

 FRAGMENTO DE LA ESCENA XVIII DEL ACTO III

Hamlet. ¡Oh!, Dios te bendiga.
Polonio. Señor, la reina quisiera hablaros al instante.
Hamlet. ¿No ves allí aquella nube que parece un camello?
Polonio. ¡Por la Virgen! Efectivamente, por el tamaño parece un camello.
Hamlet. Pues ahora me parece una comadreja.
Polonio. No hay duda, tiene figura de comadreja.
Hamlet. O como una ballena.
Polonio. Es verdad, sí, como una ballena.
Hamlet. Pues al instante iré a ver a mi madre. Tanto harán éstos  que me volverán loco de veras. Iré, iré al instante.
Polonio. Así se lo diré
Hamlet. Fácilmente se dice al instante viene... Dejadme solo, amigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario